En la piscina, el tamañó sí que importa. En un chalet típico, la piscina se encuentra frente a la cristalera del comedor, en las casas antiguas, del comedor cocina en las modernas. En cualquier caso, su situación central la expone como la joya del patio o jardín. Si en tiempos pasados eran rosales, jazmines y buganvillas exhuberantes o incluso árboles frutales, el orgullo y placer de los propietarios, y la envidia de las visitas, hoy lo son las piscinas. El colorido y la refrescante sombra frondosa han sido sucedidos por la superficie cristalina, azulada, reflectante del agua. Agua clorada o salada, en cualquier caso agua perdida para el consumo humano, perdida para la vida a la que suplanta. La piscina es, en cierto modo, el desierto en el jardín.
Sin embargo, es el desierto que hace vendible un chalet, que excita a potenciales compradores, es ese fulgurante objeto del deseo cuyo tamaño importa, porque tener una bañera grande por piscina es hacer el ridículo. Es como calzar sandalias con calcetines. Una bañera grande queda bien en el baño, no en el jardín. Si vas de progre, olvidate de la piscina, hazte vegetariano, paga tus impuestos y monta en bici, pero no te pongas una bañera en el patio.
Estos son los disparatados números de piscinas que hay en Mallorca
https://www.diariodemallorca.es/mallorca/2024/02/13/piscinas-numero-habitante-baleares-98105897.html
